El Pozo Infantas dio inicio a la industria petrolera de Colombia en 1918

Por: Ómar G. Ahumada Rojas 
05 de mayo 2018 

Quizás los millones de conductores, que a diario encienden sus vehículos y motocicletas para ir al trabajo, o los miles de viajeros que suben a un avión desconocen que uno de los factores clave para que la industria petrolera se desarrollara en el país, a partir de 1920, fueron las medidas antimonopolio del Gobierno de Estados Unidos para contener el enorme poder que llegó a ostentar el controvertido empresario John Rockefeller, quien era el amo y señor del negocio en ese país.

En los años previos, según relata el profesor Xavier Durán en el libro de los 60 años de Ecopetrol, el escritor Jorge Isaacs, ya famoso por su obra cumbre María, pero quien también era empresario, recorrió junto a su colega de Lorica, Córdoba, Diego Martínez, los primeros afloramientos de crudo del Sinú, fue el primero en obtener una concesión petrolera, en 1886, que luego vendió en 1894.

Once años más tarde, en 1905, por el freno de la Primera Guerra Mundial, Roberto de Mares, otro de los pioneros, con el apoyo del presidente Rafael Reyes, su padrino de matrimonio, obtuvo la concesión petrolera que llevaría su apellido, ubicada en Barrancabermeja, Santander, cuna del petróleo.

El contrato, que fue a 30 años, estipulaba que el Gobierno se quedaba con el 15 por ciento de la producción neta, y para estimular la exploración, el Ejecutivo daba 1.000 hectáreas de baldíos por cada uno de los primeros 5 pozos que resultaran exitosos.

El Gobierno se quedaba con el 15 por ciento de la producción neta, y para estimular la exploración, el Ejecutivo daba 1.000 hectáreas de baldíos por cada uno de los primeros 5 pozos

El ambiente era tenso, pues Colombia venía de perder en 1903 a Panamá, pero como los estadounidenses ya tenían avances en la industria, el presidente Reyes le pidió a Diego Martínez, otro de los precursores del sector –impulsó en Cartagena la refinería de aceite para el alumbrado– ser el enlace para reactivar las relaciones con EE. UU., para iniciar las primeras búsquedas de crudo.

De acuerdo con los registros históricos, para 1913 inversionistas británicos de la petrolera Weetman Pearson también se interesaron, pero el brazo hábil de Rockefeller, a través de la firma Standard Oil de New Jersey –fruto de la división adoptada por el Gobierno norteamericano- presionó para bloquear el negocio.

En medio de un creciente sentimiento antinorteamericano y tras las intrigas sobre la posibilidad de que la eventual entrada de la británica afectara la compensación de Estados Unidos a Colombia por Panamá, esta firma europea desistió de la idea.

En paralelo, Martínez llegó a un acuerdo con la Standard Oil de Nueva Jersey para explorar en el Sinú, pero tras inyectar 750.000 pesos de la época la firma abandonó las iniciativas, pese a haber enviado un geólogo a analizar el potencial de las áreas de la concesión De Mares.
Infantas

Así lucía el pozo Infantas, que en 1918 fue el primer pozo productor de petróleo del país.
Foto:
Cortesía Ecopetrol


 
ÓMAR G. AHUMADA ROJAS
SUBEDITOR DE ECONOMÍA EN NEGOCIOS
En Twitter: @omarahu



Petróleo 100 años

Panorámica de la antigua refinería de Barrancabermeja en sus comienzos, en el año 1922.
Foto:
Cortesía Ecopetrol

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