M. Madrid
De acuerdo con la definición del glosario de términos de SLB, la perforación direccional
se define como la desviación intencional de un pozo con respecto del
trayecto que adoptaría naturalmente. Esta desviación se logra a través
del uso de cuñas, configuraciones de arreglos de fondo de pozo (BHA),
instrumentos para medir el trayecto del pozo a la superficie, motores de
fondo, y componentes BHA y barrenas de perforación especiales,
incluidos los sistemas rotativos direccionales, y las barrenas de
perforación.
El perforador de pozos también explota los parámetros de
perforación, tales como el peso de la barrena y la velocidad rotativa,
para desviar la barrena lejos del eje del pozo existente. En algunos
casos, tales como en la perforación de formaciones de inclinación
pronunciada o cuando existe una desviación impredecible en las
operaciones de perforación convencionales, puede emplearse técnicas de
perforación direccional para asegurar que el pozo se perfore
verticalmente. Si bien este objetivo puede lograrse con muchas técnicas,
el concepto en general es simple: direccionar la barrena de perforación
en la dirección en la que se quiere perforar.
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1. Tipos de Perforación Direccional
Tipo I. El pozo se planea de modo que la desviación
inicial se obtenga a poca profundidad. El ángulo de inclinación se
mantiene constante hasta llegar al objetivo. Esta configuración se usa
principalmente para pozos de profundidad moderada, en regiones en las
que la producción está en un solo intervalo y en las que no se requieren
sartas intermedias de revestimiento. Se usa también para perforar pozos
más profundos en los que se requiere mucho desplazamiento lateral.
Tipo II. Es el pozo de configuración en “S”. La
desviación se inicia también cerca de la superficie. La inclinación se
mantiene, lo mismo que en el Tipo I. hasta que se logra casi todo el
desplazamiento lateral. Seguidamente se reduce el ángulo de desviación
hasta volver el pozo a la vertical para llevar al objetivo. Esta
configuración, que puede traer consigo algunos problemas, se usa
principalmente para perforar pozos con intervalos productores múltiples,
o en los que hay limitaciones impuestas por el tamaño y la localización
del objetivo.
Tipo III. La desviación se comienza bien debajo de la
superficie y el ángulo promedio de inclinación se mantiene hasta llegar
al objetivo. Esta configuración es especialmente apropiada para
situaciones tales como las de perforación de fallas o de domos salinos, o
en cualquier situación en las que se requiera reperforar o reubicar la
sección inferior del pozo.
Tipo Horizontal, Multilateral, y de Alcance extendido.
La productividad de los pozos horizontales llega a ser mayor que la de
uno vertical. Comunican una mayor área de la formación productora,
atraviesan fracturas naturales, reducen las caídas de presión y retrasan
los avances de los contactos agua-petróleo o gas-petróleo. .
Fig. 1. Esquemático básico de los 4 tipos de perforación direccional